Cómo cuidar a los empleados para que ellos cuiden a los clientes
Las empresas socialmente comprometidas resultan más sostenibles y eficientes. Esa es la apuesta de Prosegur, una compañía cuyo compromiso rector, hacer del mundo un lugar más seguro, pasa en primer lugar por cuidar de su plantilla.
Que Prosegur es una compañía de referencia en el campo de la seguridad privada resulta bien conocido. No lo es tanto que se trata de una empresa con marcada orientación al desarrollo social y que ambas dimensiones, seguridad y sociedad, se relacionan de manera muy estrecha.
En palabras de Juan Ignacio de Guzmán, director de Relaciones Institucionales y Sostenibilidad de Prosegur, para entender bien esta interrelación tan íntima resulta útil comparar la compañía con un árbol. En el tronco está el propósito, la razón de ser de Prosegur, que es “hacer del mundo un lugar más seguro”. Ello implica necesariamente “que ese mundo sea más sostenible tanto medioambiental como socialmente”. Se trata de un principio rector que conecta todo el árbol, desde la base a su cúpula y viceversa, “porque nace de consultar a miles de empleados cómo ven su misión personal dentro de la misión general”.
Por lo tanto, Prosegur se entiende a sí misma como una compañía de personas. Lo demuestran datos como su carácter de tercera multinacional española que más trabajo global genera o que el 48% de sus ingresos se destine a sus empleados.
Cuatro pilares humanistas
Ese propósito se apoya en un Plan Director de Sostenibilidad cuyos cuatro pilares evidencian, de nuevo, el factor humano: Medioambiente; Ética, transparencia y gobernanza; Trabajo seguro, y Personas. Es decir, además de una organización en árbol, la compañía funciona como una red de profesionales vinculados por ese propósito común.
Prosegur asume sus compromisos ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) de tal forma que la S se convierte en la fuerza motora de las otras dos siglas. Y lo consigue mediante diferentes proyectos enfocados en el desarrollo personal y profesional de cada uno de sus 150.000 empleados en 31 países. “Cuidamos de nuestras personas para que cuiden mejor a nuestros clientes”, sintetiza De Guzmán.
Un objetivo así, integral, en una organización con tantos mercados y equipos necesita avanzar en frentes diversos que al compartir sinergias se refuerzan mutuamente:
- El compromiso con un ambiente profesional estimulante y el respeto escrupuloso a los derechos humanos y laborales, que se autoevalúa mediante procesos trienales de diligencia debida. Quizá esto parezca obvio en una compañía responsable, pero adquiere valor al tratarse de un criterio cumplido desde el origen de Prosegur, en un sector donde no todas las empresas lo hacen. “Generar empleo de calidad es una forma directa de transformar a mejor las sociedades”, añade el directivo.
- Empleo de calidad, y además seguro, gracias a una estrategia que reduce percances especialmente en actividades más arriesgadas como los desplazamientos de flotas o la seguridad física. En 2022, los accidentes graves disminuyeron un 48%.
- Programas como PRO360 que promueven hábitos de vida saludables desde una visión integral de la salud: física, nutricional y, muy importante en épocas de incertidumbre, emocional y psicosocial, desde la gestión del estrés al voluntariado que defiende derechos, la inclusión y la diversidad. Este punto se funde con el objetivo corporativo de integrar personas con diferentes discapacidades y una creciente presencia de mujeres en todo el árbol desde los puestos directivos a los vigilantes.
Programas como PRO360 que promueven hábitos de vida saludables desde una visión integral de la salud: física, nutricional y, muy importante en épocas de incertidumbre, emocional y psicosocial, desde la gestión del estrés al voluntariado que defiende derechos, la inclusión y la diversidad.
- Comportamiento íntegro, transparencia, buen gobierno y negocio responsable —“factores hoy al alza, que nosotros desarrollamos desde siempre”, comenta De Guzmán—, reforzados en la actualización de un Código Ético y de Conducta con aspectos emergentes como la inteligencia artificial, la igualdad o la protección de datos. Emplaza a todos los empleados y se completa con un Canal Ético a disposición de cualquiera, más allá de la plantilla, para denunciar de forma rigurosamente anónima una falta a ese Código. De hecho la compañía ha obtenido de nuevo la certificación Aenor al buen gobierno corporativo con su calificación máxima.
- La formación para la participación activa de la plantilla en todos los proyectos, sean de salud, seguridad, ética, bienestar, promoción profesional, talento, igualdad, conciliación, sostenibilidad... Este modelo bate récords anuales: en 2022 creció un 17% al sumar 2,4 millones de horas lectivas.
Además de los cuatro pilares del Plan Director de Sostenibilidad, Prosegur cuenta con un quinto: la implicación de la Fundación Prosegur y el voluntariado corporativo en el desarrollo humano de los más vulnerables, de nuevo con la educación como principal motor de progreso.
De Guzmán apunta unas consideraciones finales. Mediante esta orientación humana, el propósito de la compañía se hace personal en los empleados. Son agentes de transformación porque su proactividad en factores como los derechos, la ética y el trabajo de calidad se transmite a sus sociedades. Y también al planeta porque contribuyen en buena parte al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Ayudan a reivindicar, en un mundo que reclama seguridad y derechos, el papel de los vigilantes, no siempre comprendido. Finalmente, este sentido de utilidad social revierte en el sentido de pertenencia a la compañía. Así se cierra el círculo.
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