Cómo plantear la vuelta a la oficina y crear espacios libres de Covid-19

La desescalada y el comienzo de una nueva normalidad han traído el regreso gradual a las oficinas. Las empresas están buscando cómo hacerlo de la manera más segura posible para evitar cualquier contagio de Covid-19. “La sensación de seguridad es muy importante para que los trabajadores pierdan el miedo de volver a la oficina”, afirma Pablo Grande, responsable global de Design, Workplace & Real Estate Projects del área de Inmuebles. Un año después de la implantación forzosa del teletrabajo, esta fórmula ha permitido mantener la actividad productiva en aquellas compañías en las que es posible operar a distancia. En España, 2,86 millones de personas teletrabaja desde su domicilio en estos momentos, 1,2 millones más que hace un año, cuando llegó la pandemia, según los datos de Adecco Group Institute.

Las tareas habituales de un trabajador dentro de una oficina se han adaptado con esta metodología anti-covid. Desde el momento de fichar hasta la utilización de teléfonos o las reuniones en salas. La compañía ha desarrollado un tótem de autogestión que regula de forma segura las visitas concertadas. Estos dispositivos permiten la identificación del personal a través de un código QR, evitando que se formen colas, facilita el acceso a las instalaciones y verifica la identidad de los visitantes.

Una vez dentro de las oficinas, hay un deber básico que cumplir: mantener la distancia de seguridad. Las oficinas funcionan bajo un control de aforos. Para poder controlar el flujo de personas en los centros de trabajo, se han puesto límites de capacidad, elementos de protección personal, control de cola (número, espacio entre usuarios, marco de tiempo) y detectores de puntos calientes.

Con el paso de los meses, aseguran los expertos, las personas serán cada vez más conscientes de cómo se puede actuar bajo esta nueva normalidad y hasta qué punto se pueden relajar ciertas medidas. Por el momento, sin embargo, se impone la necesidad de implementar medidas destinadas a la creación de espacios de confianza donde la prevención sea lo más importante. El diseño de los controles de acceso, los sistemas de validación de identidad sin contacto, la toma de temperatura, la filtración del aire y el uso de equipos de protección individual forman parte de la metodología que está implementando Prosegur y que ha sido un caso de éxito.

 

Aumenta el teletrabajo

Por ahora, la mayoría de los trabajadores van a la oficina dos días a la semana y el resto hacen teletrabajo. En la zona euro, apenas el 5,8% de los ocupados teletrabajaba de forma habitual en el 2018, según datos de Eurostat. Después de un año de pandemia, esta cifra ha aumentado en un 74%.

Según el informe Un lugar de trabajo sostenible elaborado por IESE y Savills Aguirre Newmanque, para el que se entrevistó a más de tres millones de empleados de diferentes países, solo al 12% de los empleados les gustaría teletrabajar siempre. Por ello, las empresas han facilitado la vuelta a las oficinas.

En cada edificio de Prosegur, por ejemplo, se ha colocado señalética en los espacios de circulación y en los puestos de trabajo para facilitar que los empleados guarden las distancias necesarias.  Esta metodología, que se empezó a implementar en España, ya se ha trasladado a diferentes países donde la compañía también opera, aunque en algunos todavía no ha sido posible porque tienen una tasa de incidencia muy alta. “Nadie mejor que una empresa de seguridad para cuidar la seguridad de sus empleados”, aseguran fuentes de la empresa.

En el primer trimestre del 2021, el teletrabajo se ha mantenido en el 43,4% de las oficinas (ocho puntos menos que durante el confinamiento). Y ha sido la fórmula elegida por el 37,6% de sus trabajadores (nueve puntos menos que durante el Estado de Alarma), según datos del INE.

Las empresas ya están preparándose para recibir a sus trabajadores. Prosegur es una de ellas, y por eso ha creado una metodología específica, basada en los grupos burbuja que se ha llevado a cabo en colegios y universidades, para garantizar así la seguridad. En este momento, los distintos departamentos de Prosegur funcionan como barrios dentro de las instalaciones para asegurar una convivencia estable. Cada barrio de personas tiene sus propios baños, espacios de trabajo y hasta sus propias fotocopiadoras para que no haya contacto con otros y así poder controlar la expansión del virus en caso de que aparezca algún contagio.

Por ello, la Asociación Española de Oficinas (AEO), que agrupa a empresas y propietarios inmobiliarios, ha publicado una detallada guía con criterios, protocolos y buenas prácticas. El documento subraya la distancia de seguridad y los aforos como dos de los elementos más importantes.

La guía recomienda cuatro fases para la incorporación de la plantilla. En la primera, será el turno de los jóvenes (menores de 40); en la segunda, los empleados de edad media (entre 40 y 60); para la tercera etapa, los mayores de 60 sin patologías y al final las personas especialmente vulnerables. 

 

Metodología de seguridad

 

Barrios o grupos burbuja