Nuestros compromisos: Conducta Empresarial

El principio de debida diligencia está en el centro de Prosegur. Agrupa y da coherencia a los diversos elementos de control interno que previenen que se cometan delitos. No se trata solo de elaborar informes de casos puntuales o realizar investigaciones, sino de establecer una cultura corporativa de extrema responsabilidad en las prácticas cotidianas que permea toda la compañía y asegura que se incentiven las buenas prácticas y eviten, detecten y erradiquen irregularidades. El armazón ético y de seguridad de Prosegur, que ya tiene implantado la firma, encaja con este elevado nivel de exigencia. Esta “arquitectura” de Prosegur se puede resumir en cinco verbos infinitivos: formalizar, implantar, comunicar, monitorizar y salvaguardar.

En Prosegur basamos parte de nuestra operativa en la prevención de los delitos. Vienen a ser una especie de barreras aduaneras, de controles, que evitan situaciones que pueden derivar en lo delictivo. La barrera funciona a dos niveles. En el margen exterior se sitúan los controles preventivos generales, cuyo propósito sería reducir el riesgo genérico en la comisión de delitos. Tras ellos, llegan los controles específicos, enfocados a mitigar el peligro penal. Prosegur ha seguido profundizando en la tarea de consolidar esos controles específicos para garantizar que cubran de manera satisfactoria la mayoría de las eventualidades. Estas son algunas de las actuaciones realizadas:

•    Se ha sensibilizado a todos los trabajadores de Prosegur sobre la importancia de cumplir, en su trabajo diario, con los Controles Preventivos Generales y Específicos.
•    Se ha explicado de manera clara e inequívoca a los empleados las consecuencias laborales, entre otras, que puede suponer una infracción de las normas del Código Ético y de Conducta. 
•    Se ha explicitado la condena tajante por parte de la compañía de cualquier comportamiento ilegal o que atente contra sus principios éticos y sociales. 
•    Se siguen adoptando las medidas necesarias para prevenir e intervenir ante el riesgo de la comisión de delitos. 
•    Se han potenciado los controles en aquellas operaciones susceptibles de generar (hipotéticamente) riesgos penales. 
•    Se ha insistido en la supervisión y control de los comportamientos de Prosegur, así como de sus políticas y procedimientos. 
•    Se ha contado con un órgano de seguimiento y supervisión.
 

Nuestro nivel de exigencia en términos de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo es muy elevado por la actividad que realiza la empresa. La compañía ajusta su actuación a cada territorio donde está presente. Evidentemente, cumplimos escrupulosamente en la Unión Europea con sus requisitos y Directrices. De forma general, también seguimos las recomendaciones del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y las mejoras prácticas que se aplican mundialmente en este terreno. Se aplican una serie de principios para evitar cualquier irregularidad que incluyen: conocimiento del cliente, análisis de las operaciones, comunicación de transacciones sospechosas, desarrollo de planes de formación y una colaboración continua con el regulador. Una forma de disminuir este tipo de malas prácticas es la vigilancia permanente. De forma constante elaboramos un Informe Anual de Riesgo (IAR). En él se procede periódicamente a la identificación de los riesgos propios de la actividad y el análisis de la actividad de los clientes atendiendo sobre todo a su posible vulnerabilidad frente al blanqueo de capitales el mismo es evaluado por el Comité de Prevención de Blanqueo de Capitales. El paso posterior es someter las conclusiones alcanzadas a la supervisión del departamento de Auditoría Interna y por auditores externos. Los informes llegan hasta los Órganos de Gobierno de Prosegur y están a disposición del regulador. Los trabajadores también asumen su cuota de responsabilidad a través de la formación obligatoria anual en esta materia. 
El sistema de prevención de blanqueo de capitales se basa en tres pilares: 
•    Identificación y conocimiento del cliente. 
•    Seguimiento de la relación comercial. 
•    Sistema de comunicación a los reguladores. 
 

La protección de los datos personales es una exigencia de la sociedad. Y cada vez mayor. Esta petición es tenida muy en cuenta por Prosegur. El resultado es el cumplimiento de las normas que en esta materia se aplican en todos los países donde tiene actividad la empresa. El objetivo es proteger los derechos y libertades fundamentales de las personas físicas que intervienen en el ejercicio de su actividad. Normativamente, la empresa dispone de un Sistema de Gestión de Protección de Datos, que cumple con los requerimientos establecidos por el Reglamento (UE) 2016/679 de 27 de abril de 2016 relativo a la protección de las personas físicas, en relación al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de los mismos (Reglamento General de Protección de Datos, RGPD), y la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD); y, ambas, están incorporadas en toda la organización. Nuestro Sistema de Gestión de Privacidad se basa en la aplicación de los estándares internacionales de seguridad y privacidad más rigurosos (ISO/IEC 27001 e ISO/IEC 27701: 2019). Lo que ha decidido la compañía es articular toda esta información a través de la herramienta Privacy & Compliance Management System (P&CMS, por sus siglas inglesas). Este instrumento gestiona de manera automatizada la privacidad de Prosegur.