Hacia dónde va la seguridad privada en un mundo más tecnológico y globalizado

 

Las tecnologías de las líneas de negocio tradicionales

La inteligencia artificial también está jugando un papel relevante en la configuración de un entorno que supone nuevos retos para las empresas de seguridad privada.

La llamada cuarta revolución industrial está cambiando el mundo a gran velocidad. No hay un sector de actividad en el mundo que no esté impactado de alguna manera por los cambios que se están produciendo. En el caso de la seguridad privada, la incorporación de la tecnología nos está permitiendo mejorar enormemente nuestros servicios y nuestras capacidades a la hora de proteger los activos de nuestros clientes.  Por eso, este es un momento apasionante para un sector que juega un papel cada vez más indispensable en el mundo. Un estudio de la investigadora de mercados The Freedonia Group pronosticó un crecimiento de la industria mundial de la seguridad privada de un 5,8 % anual entre 2017 y 2022.

La implantación de estas tecnologías podría cambiar la geoestrategia del planeta, como estamos viendo en la actual disputa entre Estados Unidos y China por el desarrollo de las redes 5G.  Pero no es solo el 5G, la inteligencia artificial también está jugando un papel relevante en la configuración de un entorno que supone nuevos retos para las empresas de seguridad privada. El director de Ciberinteligencia Estratégica de Prosegur, José María Blanco, y la coordinadora de la Unidad de Análisis Seguridad Internacional de Prosegur, Jessica Cohen, destacaron en el artículo Inteligencia artificial y poder cómo el sector de la ciberseguridad ya tiene una posición "contrastada" como faro para detectar ataques. Señalan también que su experiencia podría servir para establecer la Agencia Internacional de Inteligencia Artificial de Naciones Unidas, un organismo que piden algunos especialistas para la gobernanza mundial de esta tecnología. Mientras no se consiga, serán determinadas potencias mundiales las que impongan su liderazgo en este ámbito. Además, las aportaciones de las empresas se podrían llevar a otros sectores que usaran inteligencia artificial. Como dice Félix Arteaga, investigador del Real Instituto Elcano, "el ecosistema no gubernamental deberá tener más protagonismo e influencia en el nuevo modelo de gobernanza [de ciberseguridad] porque es el que mejor conoce el contexto e implicaciones de las decisiones sobre seguridad".

El estudio de The Freedonia Group muestra que las diferencias geoestratégicas ya se notan en ciertos mercados de la seguridad privada. Aunque la media anual de crecimiento para el sector es del 5,8 % para el periodo 2017-2022, en la región de Asia-Pacífico es de hasta un 10 %, y en África y Oriente Medio es de más de un 6 %. Según la consultora serían China e India los países donde se obtendrían más ingresos por seguridad privada, hasta un 38 % del total mundial. China es hoy uno de los principales inversores mundiales en inteligencia artificial, consciente de su relevancia en el mundo que viene.

En un mundo más tecnológico, también caerá el coste de internet. De acuerdo con The Freedonia Group, esto se podría traducir en una mayor contratación de servicios de videovigilancia. Incluso la expansión de las smart homes serviría para ofrecer servicios adicionales a quienes posean una de estas casas inteligentes o quieran equiparla con tecnología.

 

De las tecnologías que están surgiendo en los últimos años, el internet de las cosas es otra de las destinadas a revolucionar aún más el sector de la seguridad privada. Las compañías pueden ofrecer sus servicios de monitorización en línea a través de cámaras conectadas a objetos del hogar o para comprobar que los vehículos con carga sensible están bien.

El sector ya se está aprovechando de las ventajas que ofrece un mundo tecnológico. En 2015 se presentó el primer dron capacitado para vigilar interiores sin necesidad de GPS. Usaba un algoritmo específico que se basa en sensores de altura y láseres para reconocer posibles obstáculos y evitarlos. Sus cámaras térmica y convencional son capaces de detectar incidencias en cualquier situación. Otros drones, capaces de operar en cualquier situación climatológica, están siendo usados en el centro siderúrgico de ArcelorMittal en Asturias, uno de los más grandes de España. En este caso, estaban pilotados por vigilantes de seguridad formados para ello.

Mientras tanto, otras compañías tecnológicas han creado robots para que realicen tareas de vigilancia en obras y reconocimiento facial con el fin de comprobar si una persona debe o no estar en esa zona. Androides como estos podrían formar parte un día de las plantillas de una empresa de seguridad privada.

Los retos geoestratégicos en un mundo cada vez más multilateral y polarizado harán que el buen uso de la tecnología sea más necesario que nunca. Por eso, el sector de la seguridad debe estar preparado y adelantarse a los cambios que se avecinan.