¿Qué es la tecnología RFID y por qué cada vez más empresas la usan?
Índice de contenido:
La tecnología RFID forma parte de nuestro día a día, aunque tal vez no seamos del todo conscientes de ello. Cuando utilizamos el transporte público, hoteles, hospitales, bibliotecas o accedemos a instalaciones, nos manejamos con este sistema de identificación. Es similar al de un código de barras, pero mucho más sofisticado. Sus múltiples ventajas hacen que esté cada vez más presente en numerosas industrias.
¿Pero qué es exactamente el RFID? Las siglas responden en inglés a Radio Frequency Identification. Es decir: identificación por radiofrecuencia. En esencia, es un sistema que permite identificar y transmitir la información sobre un objeto, y es de uso habitual en sectores como el de la alimentación, el textil o el aeronáutico. Se vale de ondas de radio para comunicarse con un microchip, que puede estar montado sobre diferentes soportes, como una tarjeta, un transpondedor o una etiqueta NFC, que son pequeños adhesivos inteligentes con un chip en su interior. Por ejemplo, las tarjetas de acceso con las que entramos a una habitación de hotel, un autobús o biblioteca.
Una alianza con mucho potencial
Talkin' Things es una de las empresas que ha desarrollado e implementado esta tecnología en numerosas industrias. La compañía de origen polaco ha sido apoyada por Prosegur Tech Ventures, fondo de capital riesgo corporativo (CVC, por sus siglas en inglés) que tiene el propósito de apostar por las nuevas tendencias y tecnologías de desarrollo externo que puedan tener un impacto disruptivo en el sector de la seguridad.
Talkin' Things, que nació en 2014 y cuenta con 85 empleados, fue fundada con la idea original de proteger productos contra la falsificación mediante la tecnología RFID integrada en etiquetas NFC, ya que este sistema dispone en su memoria de un número de serie único que impide que pueda ser replicado, aportando así un plus de precisión y seguridad en la cadena de suministro.
A diferencia de los códigos de barras, estas no pueden ser falsificadas ni copiadas, es posible escanearlas a mayor distancia, se pueden programar para que contengan información mucho más detallada del producto sobre el que están pegadas y permiten leer y reescribir la información para identificar con exactitud un artículo. Pero la compañía rápidamente se dio cuenta de que las posibilidades y las necesidades empresariales eran mucho más amplias.
Moda, motor, comercio minorista
Las empresas de ropa son las líderes en la implantación de la RFID. Lo utilizan para la organización logística, identificando prendas y su ubicación, así como para organizar cargas o inventarios y recopilando estadísticas. El comercio minorista y las compañías de logística se está poniendo al día muy rápidamente (las compañías Walmart y UPS han anunciado recientemente la aplicación de esta tecnología a gran escala) y la industria del motor y las aerolíneas también están comenzando a incorporar esta herramienta. “Sería difícil nombrar una industria que no esté pensando o que ya esté llevando a cabo un proyecto de implantación de la RFID”, señalan desde Talkin' Things.
Un buen ejemplo es Inditex, la multinacional española de fabricación y distribución. La implementación de esta tecnología en 2008 les permitió volver a centrarse de forma efectiva en el comercio electrónico una vez que comenzó la pandemia de la COVID-19. El presidente ejecutivo de Inditex, Pablo Isla, lo corroboró en una entrevista en febrero de 2020: "Nos adaptamos muy bien al mundo online y sin la RFID no habría sido posible”.
“Sería difícil nombrar una industria que no esté pensando o que ya esté llevando a cabo un proyecto de implantación de la RFID”, señalan desde Talkin' Things.
El coste de su implementación también es un reclamo para estas empresas. El precio de una etiqueta es de “unos pocos céntimos”, según apunta Talkin' Things. Y también animan a los clientes a que se fijen en el potencial retorno de la inversión. “Calculamos que uno de nuestros clientes ahorraría entre 20 y 60 segundos en el proceso de control de calidad de cada producto si sustituyese los códigos de barras por nuestra tecnología. Al mismo tiempo, el coste unitario de la aplicación de cada etiqueta equivaldría a solo 3 segundos de trabajo”, aseguran. También hay una oportunidad para mejorar la interacción del consumidor con el producto mediante las etiquetas NFC, que se consideran un subgrupo dentro de la identificación inalámbrica por radiofrecuencia. “Algunas marcas, incluidas las grandes, están experimentando con esto, pero aún no ha llegado el momento de las grandes implementaciones”, aseguran desde la empresa.
Las reticencias a la asimilación de esta tecnología nacen de la preocupación de algunas marcas por añadir electrónica a sus envase o productos. Sin embargo, el chip de la RFID es más pequeño que un grano de arena y la etiqueta donde va instalado es tan pequeña que no influye en la reciclabilidad del envase. “Además, su implementación ayuda a optimizar los procesos logísticos, reduciendo la necesidad de transporte y la cantidad de residuos, especialmente en la industria alimentaria”, apuntan desde Talkin' Things.
Prototipos a medida
Estos conocimientos y experiencia también se reflejan en el diseño de sus propios procesos: si no hay ninguna máquina disponible en el mercado para una parte específica del proceso de producción de etiquetas, la desarrollan ellos. “Un ejemplo puede ser nuestro proceso propio de creación rápida de prototipos RFID. Con la ayuda de equipos construidos a medida, somos capaces de preparar en poco tiempo las unidades individuales de los nuevos diseños de etiquetas para probarlas en diversas condiciones. Esto nos permite obtener resultados representativos de las pruebas desde el principio del proceso de diseño de nuevos productos”, explican.
La compañía tiene previsto seguir innovando y desarrollar unas nuevas instalaciones: la RFID GigaFactory™. Este proyecto en marcha contará con una planta de cero emisiones de gases de efecto invernadero y estará operativa en unos dos años. “Y seguimos centrados en nuestra misión: hacer que las ventajas de la recogida de datos con la RFID estén disponibles para todos los productos”, rematan desde la empresa.