El Bosque Prosegur no va de árboles, va de personas
Los empleados de Prosegur se suman a una iniciativa corporativa que une voluntariado, medio ambiente e impulso económico. ¿El objetivo? Revitalizar un nucleo rural.
Hace 500 años, los alrededores de la pedanía de Perales del Alfambra, en Teruel, estaban tapizados de árboles. Existen diversas teorías sobre su deforestación: desde la utilización de estos bosques para la construcción de la flota de La Armada Invencible, hasta su desaparición durante la desamortización de Mendizábal. En aquella época, las cuestiones medioambientales no eran prioritarias, por lo que la causa de su tala sigue siendo un misterio.
Pero los tiempos cambian y las sensibilidades también. Por ello, cinco siglos después, Prosegur, con el apoyo de su Fundación, ha puesto en marcha un proyecto con vocación de permanencia en el tiempo para la reforestación en esta localidad turolense. Una iniciativa solidaria que nace de combinar el voluntariado con la concienciación medioambiental y la creación de proyectos con impacto en núcleos rurales.
La primera plantación se llevó a cabo el pasado mes de noviembre, con la colaboración de voluntarios de la compañía de Valencia. Y el próximo 2 de abril, un nuevo grupo de empleados de Madrid participará en otra jornada de plantación que sumará 500 árboles al Bosque Prosegur. Gracias a la startup Retree, los empleados de Prosegur pueden seguir el crecimiento del bosque, a través de una plataforma online en donde se encuentra digitalizado.
Plantar árboles para abrir una reflexión común
“Esta acción se enmarca dentro de la política de sostenibilidad que se está desarrollando en la compañía desde hace años”, señala Juan Ignacio de Guzmán, director global de Relaciones Institucionales y Sostenibilidad de Prosegur. La idea del Bosque Prosegur es involucrar al mayor número de empleados. “Somos cerca de 150.000 en el mundo, así que una parte importante de lo que tenemos que hacer es concienciar a nuestra propia plantilla”, señala De Guzmán. Un proyecto que no está enfocado en la compensación de emisiones, sino a la sensibilización para el cuidado del medio ambiente.
Hay que insistir que el Bosque Prosegur no solo va de árboles, va de personas. “Hoy en día no podemos concebir la esfera de lo social y lo medioambiental como ámbitos separados, al contrario, tienen una gran interconexión; y ambos forman parte de los objetivos de ESG por los que trabaja la compañía y su Fundación”, apunta Isabel Sampedro, responsable global Fundación Prosegur.
La innovación está también presente en esta iniciativa. “La startup ReTree, aliada estratégica en este proyecto ha datificado el bosque, haciendo que las estadísticas del mismo (la cantidad de oxígeno vertido a la atmósfera o el impacto en el medio ambiente) se pueda consultar en tiempo real” destaca Mercedes Borbolla, directora gerente de la Fundación Prosegur. . “
Así, Prosegur quiere contribuir a la recuperación de esta masa forestal en la España vacía, frenando la desertificación, con el apoyo de su activo más valioso: los profesionales de la compañía.