Cómo se gestiona la eficiencia energética en la base más emblemática de Prosegur en España
La mayor base operativa de Prosegur y Prosegur Cash, en Vicálvaro (Madrid), estrena proyectos pioneros de iluminación LED, paneles fotovoltaicos y modelos de gestión.
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Cuenta con una superficie de 12.000 m2 y es una de las principales sedes operativas de las líneas de negocio de Prosegur. En opinión de Esteban Pozo, director global de Eficiencia Energética, el edificio de la compañía en Vicálvaro es “el buque insignia de los inmuebles operativos del grupo”.
Pozo añade otro argumento de peso a ese carácter emblemático: el edificio ha sido elegido para desarrollar algunos de los mayores proyectos de eficiencia energética englobados en el Plan Estratégico de Eficiencia Energética y el Plan Director de Sostenibilidad (PDS) 2021-2023 de la compañía.
El equipo ha desarrollado un proyecto integral de iluminación que incluye, como punto principal, la sustitución total de la iluminación por lámparas LED e instalar paneles solares fotovoltaicos para cubrir parte de su consumo con energía autogenerada, manteniendo el origen renovable certificado del resto del suministro. Esto revierte en la disminución en las emisiones de CO2, el ahorro de costes y la reducción de la demanda energética en un escenario de crisis de tarifas agravada por el contexto actual. “Estos beneficios coinciden con objetivos prioritarios de las autoridades españolas y europeas en sostenibilidad y mayor soberanía energética”, destaca Esteban Pozo.
Una planificación exhaustiva
Para alcanzar todas estas metas, el equipo responsable comenzó por un estudio exhaustivo en varios frentes. En primer lugar, de las características técnicas y las necesidades energéticas del inmueble. A partir de ese conocimiento y del análisis de datos, la fase de planeación evaluó los proveedores de tecnologías, componentes y suministro capaces de ofrecer las soluciones óptimas en calidad-precio, finalmente seleccionadas en la fase de licitación.
De forma simultánea, abordó el análisis del particular mercado energético español, incluida la cada vez más exigente legislación en materia de sostenibilidad y energía para cumplirla de manera estricta.
“En la planeación”, continúa Esteban Pozo, “hemos incluido estudios técnicos para mejorar la calidad de la iluminación y el confort de los empleados en sus diferentes actividades, que también cumple la normativa específica en ese aspecto y ha recibido una respuesta muy positiva de la plantilla”. El directivo se refiere a necesidades específicas en espacios muy diversos, desde oficinas, despachos y salas de juntas a locales de manipulado, centros de control, áreas de descanso, aparcamientos de furgones, archivos, almacenes, aseos o vestuarios.
Un proceso de mejora continua
En este proceso, desde el análisis y planificación a la ejecución, el edificio ha ascendido dos niveles su calificación energética —de la categoría D a la B—, pero este hito no supone un punto de llegada sino de partida. Es decir, la estrategia de mejora continua prevé nuevas medidas de gestión energética mediante telemedición y análisis de datos para controlar las curvas de uso y reducir aún más el consumo total a partir, por ejemplo, de la gestión más eficiente de temperaturas e iluminación de espacios en función de su ocupación. Incluso un 10% adicional, según las últimas estimaciones.
Hablamos, en definitiva, de un doble carácter emblemático: del edificio en sí y ahora de sus medidas pioneras de eficiencia que marcarán el camino a otras similares. De hecho, ya avanzan proyectos de iluminación LED en diez edificios de España y Portugal, y se estudian otros en varios mercados europeos e iberoamericanos.
“Hemos incluido estudios técnicos para mejorar la calidad de la iluminación y el confort de los empleados en sus actividades, que también cumple la normativa específica en ese aspecto y ha recibido una respuesta muy positiva de la plantilla”
Beneficio económico, laboral y ambiental
- El proyecto de iluminación ha sustituido 1.547 lámparas por LEDs de última generación que reducen un 58% el consumo respecto a la instalación anterior y un 20% respecto al total del edificio. El ahorro del consumo se cifra en 150.500 euros. Además, evita la emisión de más de 129 toneladas de CO2 al año.
- El estudio técnico de la iluminación incluye el control de deslumbramiento, la calidad del rendimiento del color, la uniformidad lumínica y los niveles de intensidad adecuados a cada espacio.
- Por su parte, el proyecto fotovoltaico paralelo ha instalado 358 módulos en 1.400 m2 de la cubierta, con una potencia instalada de 162,89 KWh y 248.921 Kwh de producción anual, lo que permite reducir el consumo estimado del edificio en un 14%, evitando la emisión de más de 62 toneladas de CO2 cada ejercicio.