AMLcheck: un vigía tecnológico contra el blanqueo de capitales
Alguien hace una transferencia bancaria online y en el concepto escribe “bombas para Siria”. Seguramente no le parezca tan gracioso que su banco bloquee la operación por ese texto.
Y no es que la entidad no haya entendido el “concepto”, es que en cuestión de blanqueo o de posible financiación terrorista, la ley no bromea. Las normativas internacionales de Prevención del Blanqueo de Capitales y Financiación del Terrorismo (PBCFT) —como las que rigen en Europa— obligan a extremar la vigilancia en la actividad de determinados sujetos obligados, que pueden ser utilizados como vehículo para ese tipo de actividades sospechosas.
De no aplicar los controles que exigen las normativas, entidades bancarias, aseguradoras, inmobiliarias, compañías de envíos de dinero o juego online se arriesgan a duras sanciones. Desde multas millonarias, hasta la posibilidad de ingresar en prisión para quienes contribuyen por acción u omisión a facilitar esa clase de operaciones.
Tendencia al alza del regtech
Puede que la digitalización global ofrezca algunas ventajas para camuflar movimientos sospechosos, pero también permite desarrollar soluciones de rastreo con una capacidad de procesamiento sin precedentes. Esto ha derivado en un crecimiento exponencial del subsector de las tecnologías para el cumplimiento normativo, como las desarrolladas por RiskMS, la primera regtech en España (integrada en el ecosistema de Prosegur AVOS).
Una de ellas es el software AMLcheck, único en el mercado español por su modelo 360º que cubre todo el arco de conocimiento: desde los clientes de esas compañías a los datos y trazas que generan sus transacciones. Esa primera funcionalidad chequea la presencia de cualquier posible nuevo cliente de una entidad en las listas de sancionados, terroristas y personas expuestas políticamente.
Este control obligatorio permite decidir si finalmente se acepta a una persona como cliente, y gracias la información económica asociada a los perfiles es posible clasificarles en diferentes niveles de riesgo para que los sujetos obligados pueden hacer una vigilancia más exhaustiva, incluso diaria. Al cabo del año, RiskMS registra decenas de millones de chequeos personalizados, y cientos de millones en transacciones cotidianas que los departamentos de Compliance no podrían abarcar si no fuera por este tipo de tecnología.
Músculo, cerebro y cintura
El software AMLcheck aporta el músculo que automatiza el screening de acuerdo con los requerimientos legales y los protocolos de compliance de cada empresa, para que los equipos humanos puedan centrarse en el análisis y, posterior, respuesta ante las operaciones sospechosas detectadas para reportarlas a las autoridades. También, proporciona el cerebro, o lo que es lo mismo, el análisis inteligente para detectar los patrones anómalos ocultos en ese inmenso volumen de datos. Y ofrece la cintura necesaria en la capacidad de adaptación a los diferentes modelos de negocio.
En este sentido, no es lo mismo una remesadora de dinero, que un banco retailer, una entidad especializada en inversiones internacionales o una inmobiliaria servicer. Sin embargo, el software permite a todas ellas adaptar el rastreo a su actividad.
AMLcheck se ha diseñado con toda la flexibilidad posible para encajar en las necesidades particulares de cada compañía. “La cercanía con nuestros clientes es un valor diferencial”, apunta Esteban Calderón, responsable de Customer Services de RiskMS—. “Esa confianza mutua nos permite entender sus preocupaciones y protocolos de prevención de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo para que la configuración del software responda con precisión a esas necesidades”, añade Calderón.
“Además les permite entender a fondo la tecnología, cómo y hasta dónde puede ayudarles para optimizar su rendimiento y sus recursos. Les aportamos el dinamismo de una startup para adaptar la tecnología, años de experiencia en mercados como el bancario o el inmobiliario [RiskMS acapara el 80% del sector servicer en España] y el respaldo de un grupo como Prosegur”, subraya Rafael Sánchez Riesco, director de Producto.
Evolución a favor del cambio
El software está en constante evolución, ya que cuando no se producen cambios en la regulación, aparecen en el mercado o bien, en el negocio de las compañías. Bajo este paraguas, resulta asombroso el grado de detalle que alcanza la configuración.
A modo de ejemplo, Sánchez Riesco señala que: AMLcheck trabaja con algoritmos que analizan los componentes fonéticos de los nombres rastreados, es decir, cómo se pronuncian para evitar que un error en los caracteres escritos genere falsas alertas. También se entrena en la incorporación de machine learning para detectar incidencias, dosificada en función de lo que impone cada legislación.
En cualquier caso, la batería de beneficios que ofrece el software es transversal, según RiskMS: desde luego evitar sanciones y un daño a la reputación difícilmente reversible, el valor añadido de la tecnología frente a una competencia menos digitalizada y, más allá, la contribución a la seguridad jurídica del país y a la lucha contra el blanqueo.