Reducir la brecha de género: la Fundación Prosegur se une a Technovation Girls
Aprender jugando y desarrollando proyectos. Technovation Girls es un programa educativo que impulsa el desarrollo de competencias científicas y tecnológicas. Fundación Prosegur participa este año.
“No podemos permitirnos renunciar al talento científico de la mitad de la población mundial”, nos cuenta con energía y entusiasmo Nera González, manager del área de Innovación de Prosegur, “tenemos que desarrollar estrategias prácticas para fomentarlo, cuidarlo e incentivarlo desde la niñez”. Nera se refiere a un problema muy real, la pronunciada brecha de género en las llamadas áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Esto ocurre, en gran medida, porque se sigue tropezando en inercias culturales y sesgos de género muy arraigados. Las niñas apenas encuentran referentes femeninos en los libros de texto, en los que, según un estudio sobre los manuales de la ESO, solo el 7% de dichos referentes son mujeres.
Una vez identificado el problema, la clave está en motivar e impulsar a las más jóvenes para que exploren su faceta más tecnológica e innovadora. Eso es lo que se propuso hacer Nera González en 2018 cuando se sumó al proyecto Technovation Girls a través de la asociación sin ánimo de lucro Power to Code. “Me pareció una iniciativa brillante”, explica, “porque consiste en fomentar el interés por la tecnología y la innovación en niñas y adolescentes de entre 8 y 18 años adoptando un enfoque educativo, práctico y lúdico”.
Technovation Girls es un programa gratuito y global, para el que no se necesita tener conocimientos previos. Se forman grupos de entre una y cinco niñas, se asigna a cada equipo uno o dos mentores y se reúnen de manera presencial u online para aprender a resolver un problema social haciendo uso de la tecnología.
Desde hace tres temporadas, Nera es una de las coordinadoras en España de esta iniciativa. Su alto grado de implicación en este proyecto pedagógico no ha pasado desapercibido en Prosegur. “El año pasado, la Fundación se sumó al Programa Global de Intraemprendimiento del grupo, con un reto para identificar a empleados con espíritu emprendedor e inquietudes sociales, lo que llamamos changemakers, profesionales que han decidido pasar a la acción con proyectos de impacto positivo”, explica Isabel Sampedro, responsable global de la Fundación Prosegur. “Nera fue una de las ganadoras de nuestro reto de innovación social. Nos interesó muchísimo que estuviese colaborando con un programa tecnológico de reducción de la brecha de género en vocaciones STEM. Detectamos sinergias con nuestra labor en el campo de la educación, por lo que decidimos involucrarnos en Technovation Girls creando un club Prosegur abierto a las hijas de nuestros empleados y con mentores reclutados entre la propia plantilla”.
Empoderar a las niñas con la tecnología
La mayoría de estas iniciativas de emprendimiento social se basan en diseñar aplicaciones de software para resolver problemas reales, que las propias participantes han identificado en su comunidad. “A las niñas españolas, según mi experiencia, les preocupan sobre todo temas relacionados con el cuidado de personas mayores, el acoso escolar o proyectos con una utilidad social, como por ejemplo una aplicación para identificar medicamentos mediante reconocimiento de imágenes”, explica Nera. Un ejemplo de hasta qué punto la tecnología puede responder a las inquietudes cotidianas de las más jóvenes. Un ejemplo de hasta qué punto la tecnología puede responder a las inquietudes cotidianas de las más jóvenes. “Alguna de las ideas presentadas puede ser el germen de un producto con viabilidad comercial a medio plazo”, pero ese no es el objetivo: “Se trata de empoderar a las niñas convenciéndolas de sus capacidades y despertando en ellas vocaciones tecnológicas y científicas. El programa es un fin en sí mismo”.
En opinión de Isabel Sampedro “es una iniciativa muy escalable, y atendiendo a un problema tan global, nos gustaría implementarlo en otras geografías en las que esta brecha educativa es aún mucho más profunda”. Con programas como este, en opinión de las tres implicadas, se puede contribuir a la transición hacia un modelo educativo 5.0, que deje atrás el aprendizaje rutinario y ponga en el centro a los alumnos, sus inquietudes y capacidades. Esas capacidades que, como decía Nera, no podemos permitir que se echen a perder por culpa de brechas educativas o sesgos culturales de género.
Los trabajadores de Prosegur como mentores
Inmaculada Martínez, coordinadora de esta acción de voluntariado impulsada por la Fundación, aporta las cifras de esta iniciativa aún incipiente: “Lanzamos la convocatoria de inscripción en noviembre y en pocas semanas recibimos más de 80 solicitudes de información. Al final, hemos reunido un total de 41 niñas y formado 13 equipos Prosegur en las tres categorías de edad del programa: beginners (entre 8 y 12 años), junior (entre 13 y 15) y senior (entre 16 y 18 años). Contamos además con 23 empleados -14 mujeres y nueve hombres- que participan como mentores voluntarios”.
La propia Inmaculada ejerce de mentora de un grupo de beginners del que forman parte cuatro niñas, dos de Galicia, una de Toledo y una de Madrid. “El programa arrancó el pasado 10 de enero, consta de 12 sesiones y concluirá en abril, con la presentación de una aplicación móvil o un proyecto de Inteligencia Artificial que será evaluado por un jurado internacional”. Ella no tiene un perfil de alta especialización tecnológica, pero, como otros mentores que participan en el programa, aporta sus conocimientos en áreas como la comunicación o el marketing: “No hemos elegido aún la problemática concreta que queremos solucionar. Estamos en una primera fase, una toma de contacto en la que lo importante es conocernos, fomentar el espíritu de equipo y despertar la curiosidad de las niñas por la ciencia y la tecnología con ejemplos de aplicación práctica en su vida cotidiana”.
Nera González destaca que, en sus diez años de existencia Technovation Girls ha formado a más de 34.000 niñas de 100 países. ” En el 76% de los casos esta participación ha supuesto el primer paso para que muchas de ellas hiciesen carrera profesional en áreas STEM y el 50% de las participantes han liderado un cambio en sus comunidades”. Nos habla, en concreto, de una universitaria mexicana, finalista internacional en una de las ediciones anteriores, “que está dedicándose en su vida adulta a llevar a la práctica de manera profesional la idea que empezó a trabajar con sus compañeras cuando era una niña”. Para Nera, Technovation Girls es una ventana abierta a la creatividad, la imaginación y la capacidad de aprendizaje de las niñas: “Me resulta especialmente ingenioso uno de los proyectos presentados, una app para hacer grafitis virtuales sobre fotos de paredes en alta resolución, de manera que los chavales interesados en el arte urbano puedan practicar su vocación sin ensuciar fachadas ni crear incidentes de orden público”. Es sencillo, es útil y propone una solución tecnológica para un problema real.