¿Cómo será la ciberseguridad de los activos conectados? SCADAfence, ante nuevas amenazas

El vaticinio resulta alarmante. La consultora tecnológica estadounidense Gartner predijo hace unos meses que, en torno a 2025, los cibercriminales habrán logrado convertir los entornos tecnológicos operativos en armas “para dañar o matar con éxito a seres humanos”. Para combatir estas amenazas, las industrias de sectores como electricidad, agua, medicamentos, automoción, comida y bebidas, entre otras, están planificando a largo plazo su estrategia de seguridad de infraestructuras críticas.

Con ello pretenden garantizar que la cadena de operaciones no se vea afectada por ataques cibernéticos o incidentes similares. Una de las empresas punteras en este terreno es SCADAfence, líder tecnológico mundial en ciberseguridad de la Tecnología de las Operaciones (OT) y de Internet de las Cosas (IoT).

En el sector industrial existen dos conceptos que suelen abordarse por separado: Tecnología de la Información (IT) y OT. El primero se aplica a los equipos de telecomunicación y se cierne sobre empresas y negocios. El segundo detecta y cambia procesos físicos mediante monitorización y control de dispositivos. Su uso suele ser industrial. Para seguir siendo productivas, muchas organizaciones han hecho que sus entornos OT estén más conectados. Pero ese acceso externo adicional provoca que sus redes estén más expuestas. Y estos tejidos OT pueden convertirse en los objetivos más comunes de los ciberataques y ocasionar un impacto sustancial en la seguridad de los civiles.

SCADAfence, con sede en Israel, nació en 2014 para abordar los complejos requisitos de seguridad de los entornos de infraestructuras y redes de la Industria 4.0, que es la última revolución tecnológica en la fabricación y distribución de productos mediante nuevas tecnologías como el IoT, el análisis de datos en la nube o la Inteligencia Artificial (IA). “Los tejidos empresariales se han vuelto más complejos a medida que las OT convergen con el mundo la IT”, apuntan desde la compañía.

La startup asegura poseer un conocimiento único de las herramientas, dispositivos y procesos asociados a las mayores cadenas industriales del mundo. Su plataforma recopila datos de sensores que se encuentran en una red OT y su función es distribuirlos a una computadora central para analizarlos, detectar posibles fallas y prevenir incidentes o ataques y asegurar que la producción de los servicios críticos, como la electricidad, el agua, el petróleo y el gas y la fabricación de alimentos y medicamentos, no se vea afectada. La organización cuenta, además, con un historial global de clientes de éxito y numerosos premios de la industria por su desempeño, su visibilidad operativa y su detección avanzada de amenazas.

Prosegur ha invertido en 2022 en la compañía a través de Prosegur Tech Ventures, el vehículo de inversión en startups de la empresa: “Es un inversor estratégico que conoce bien nuestro sector y nos ha dado la capacidad de ofrecer un Centro de Operaciones de Seguridad (SOC) gestionado para la seguridad OT a nuestros clientes. El gran alcance de Prosegur y su amplia base de clientes en las regiones de España, Portugal y países de habla hispana nos permitirá escalar mucho más rápido en estos mercados objetivo. También hay un aumento de la demanda de servicios gestionados de seguridad OT y vemos muchas sinergias en esta asociación estratégica”, señalan fuentes de la entidad.

SCADAfence cuenta con más de 60 empleados y espera aumentar este dato a lo largo de este año, incrementando en paralelo su representación en todo el mundo. Disponen de equipos de ventas y asistencia de activos en Tokio, Alemania, Canadá y en varias regiones importantes de Estados Unidos. Uno de sus clientes más potentes es la Terminal 6, el mayor puerto privado de América Latina. Está situado a orillas del río Paraná, en Argentina, y alberga toda una serie de procesos agroindustriales con una capacidad máxima de envío anual de 13 millones de toneladas de productos.

Las industrias a las que SCADAfence presta servicio también incluyen infraestructuras críticas como las de servicios eléctricos, petróleo y gas, fabricación, producción de alimentos y bebidas, farmacéutica, minería y metales, sistemas de gestión de edificios e industrias de la automoción. “Lo fundamental sobre esta tecnología es que mantiene a los civiles a salvo. Estamos viendo lo que está sucediendo con Ucrania, ya que su infraestructura crítica nacional está siendo constantemente atacada por los rusos. Nuestro objetivo es garantizar que esto no ocurra”, apuntan desde la compañía.

A diferencia de algunos de sus competidores, SCADAfence se zambulló en el mercado con una visión a largo plazo para atender a uno de los procesos industriales más complejos: la fabricación. “Si ha visto alguna vez una fábrica de automóviles en Japón o Alemania, la precisión y el número de máquinas que funcionan es astronómico. Y ese es el tipo de reto que queríamos afrontar desde el primer día", explican. Mientras que otras organizaciones empezaron con cadenas muy pequeñas, como las de petróleo y gas, o con sistemas sencillos de un solo proveedor, esta startup apuntó alto. “El objetivo era abordar problemas complejos desde el principio”, explican.

Gracias a este enfoque de futuro, los productos de la empresa son los más fáciles de usar del sector y pueden gestionar las mayores redes industriales sin esfuerzo, ya que cuenta con las herramientas más avanzadas y tiene el mayor índice de satisfacción de los clientes, según las calificaciones de los clientes de Peer insights de Gartner.

¿Cuáles son sus planes para el futuro? “A lo largo de nuestra historia, siempre hemos escuchado a nuestros clientes. Hablamos con ellos y elaboramos la hoja de ruta basándonos en sus crecientes necesidades. Estamos convencidos de que el trabajo continuado y conjunto nos ayudará a definir el futuro de la seguridad OT”, apuntan.

Descubre más sobre Ciber

¿Qué hacer ante un ciberataque? La alerta empresarial y buenas prácticas son la mejor respuesta

Siete tendencias que van a condicionar la seguridad global en 2023

Desinformación, ‘fake news’, ciberasaltos… Cómo combatir las amenazas híbridas